En la actual edición de las eliminatorias europeas con miras a la Eurocopa de Ucrania – Polonia 2012, son tres los equipos invictos, casi imbatibles, quienes también son serios candidatos al título. Estamos hablando sobre Alemania, Holanda y España.
El actual rey respecto a esta competición es Alemania, con tres títulos (1972, 1980 y 1996). Los teutones son casi siempre los que demuestran un buen fútbol desde la fase de las eliminatorias, son contundentes, fieles a su estilo potente. Aunque ahora, de la mano de Joachim Löw, los germanos han optado por un estilo diferente de juego: el contraataque. Esta táctica le ha funcionado muy bien tanto para alcanzar la final de la última Eurocopa en 2008.
Los holandeses, los ingenieros del fútbol, la naranja mecánica, los creadores del fútbol total. Solo campeones de una edición, la única final que llegaron: Alemania 1988. Este único título parece poco a nivel mundial, pero en un torneo tan joven como es la Eurocopa (desde 1960) y tan competitivo es mucho, ya que equipos como Italia, República Checa (ex Checoslovaquia) y Dinamarca han ganado la misma cantidad de títulos.
Actualmente el campeón a batir es España. Este equipo nos deleita con un fútbol heredero del fútbol total que dejó Holanda por los años 70. Los toreros resultaron campeones en su país, en la edición del año 1964. Luego de 44 años volvieron a alzarse con la preciada copa frente a Alemania. Contaban con jóvenes jugadores como Fernando Torres, David Villa, Raúl Albiol, además de los jugadores emblema como Iker Casillas, Xavi Hernández y Carles Puyol. Ahora, “La Roja” mantiene esa columna vertebral con esos mismos jugadores y tienen para rato, tanto como para volver a campeonar.
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lunes, 6 de junio de 2011
miércoles, 1 de junio de 2011
El monólogo de siempre
Una nueva muestra de magia presenciamos el pasado 28 de mayo, cuando el Barcelona se alzó con una nueva Champions League. Todo indicaba un espectáculo inolvidable, aunque los fieles hinchas culés estaban seguros del dominio que pronto iban a presenciar.
El Manu, dominó los primeros diez minutos del partido, mas no llevaba peligro al arco de Valdés. Eso permitió que el Barça lo estudiara. Una vez más, los certeros pases rasantes de Xavi Hernández propiciaron el primer gol. Fue Pedro Rodríguez quien anotó con un disparo a la izquierda de Van der Sar, después de tan sublime pase, dejando al arquero de los diablos rojos estupefacto. A veinte minutos del gol catalán, Wayne Rooney, en pared con el soldado Ryan, asestó un potente disparo con un efecto sinuoso que batió a Valdés. Fue para la ilusión inglesa.
Ya al segundo tiempo, la magia inexplicable de Lio Messi permitió nuevamente que el Barça se pusiera en ventaja. Ese gol lapidó a los rojos. Todo fue nuevamente una sinfonía imparable, tal vez el mismo monólogo que Pep prepara y que funciona, ¿será vidente?
Ya en el último cuarto de hora David Villa regaló al mundo un fantástico gol al ángulo superior derecho del arco, que ni el flaco Van der Sar, con su metro noventa y siete pudo tocar. Fue así que el club culé se coronó nuevamente en suelo inglés, más exactos Wembley. Después de casi veinte años después de un agónico gol de Koeman que permitió alzarse con la gloria europea.
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El Manu, dominó los primeros diez minutos del partido, mas no llevaba peligro al arco de Valdés. Eso permitió que el Barça lo estudiara. Una vez más, los certeros pases rasantes de Xavi Hernández propiciaron el primer gol. Fue Pedro Rodríguez quien anotó con un disparo a la izquierda de Van der Sar, después de tan sublime pase, dejando al arquero de los diablos rojos estupefacto. A veinte minutos del gol catalán, Wayne Rooney, en pared con el soldado Ryan, asestó un potente disparo con un efecto sinuoso que batió a Valdés. Fue para la ilusión inglesa.
Ya al segundo tiempo, la magia inexplicable de Lio Messi permitió nuevamente que el Barça se pusiera en ventaja. Ese gol lapidó a los rojos. Todo fue nuevamente una sinfonía imparable, tal vez el mismo monólogo que Pep prepara y que funciona, ¿será vidente?
Ya en el último cuarto de hora David Villa regaló al mundo un fantástico gol al ángulo superior derecho del arco, que ni el flaco Van der Sar, con su metro noventa y siete pudo tocar. Fue así que el club culé se coronó nuevamente en suelo inglés, más exactos Wembley. Después de casi veinte años después de un agónico gol de Koeman que permitió alzarse con la gloria europea.
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